ARTICULO: “Comprender la Cultura Abierta”

Por: Martha Ardila
Directora regional de ventas en Centroamérica y el Caribe, Red Hat.

Se puede considerar la cultura organizacional como la personalidad de una empresa. En ella se involucran experiencias que vive cada persona al entrar a una oficina, asistir a una reunión, al ver a los demás en el desarrollo de su trabajo, y abarca los valores y principios que representan y refuerzan su esencia a través de los procesos, la comunicación, las estructuras e incluso, la apropiación de las tecnologías.

La aceptación masiva de nuevas tecnologías ha generado también cambios en estas estructuras culturales. A partir de la apropiación de la red mundial de datos se generó la posibilidad de comunicar a las personas de forma masiva, creando una filosofía de distribución del conocimiento que permite su reproducción ilimitada y la participación de todos con el objetivo de mejorar los productos y obtener las variantes adaptadas a necesidades particulares.

Gracias a esto, se desarrolla el concepto de Cultura Abierta, que a su vez puede hacer referencia a un movimiento social y político, basado en permitir el acceso a bienes y recursos culturales, entre los cuales están por ejemplo la digitalización de textos para que las nuevas audiencias y personas con discapacidad puedan accederlos, el fomento de licencias que faciliten la distribución y acceso a obras creativas, entre otros.

Las organizaciones que se apropian de la Cultura Abierta requieren de cinco características básicas que son: transparencia, inclusión, adaptabilidad, colaboración y comunidad. Cada organización abierta puede adoptar estas características de manera diferente, y en mayor o menor medida, pero las organizaciones verdaderamente abiertas los encarnan a todos, y los conectan de manera poderosa y productiva.

La Cultura Abierta genera la posibilidad de utilizar diversas tecnologías que conectan equipos separados geográficamente, logrando interacciones que antes no se lograban. Esto promueve la creación de soluciones abiertas, desarrolladas por comunidades dispuestas en todo el mundo, que colaboran entre sí para actualizarse de manera constante y llegar siempre con la última innovación en el momento apropiado.

Y, en el campo empresarial, la posibilidad de acceder y crear nuevas tecnologías que se adapten a las necesidades particulares, en un tiempo récord y con la participación de todos los miembros de la empresa. En un ambiente de trabajo abierto, los líderes de la empresa ponen en práctica la inclusión para abrir canales de comunicación entre los departamentos e impulsar la participación de los empleados, visualizando la diversidad de perspectivas de todos los integrantes, desde el área de recursos humanos hasta los prestadores de servicios generales.

Para esto es necesario cultivar un entorno en el que las ideas se escuchen y sean consideradas; y que todos los miembros de la empresa, desde los líderes hasta los miembros de los equipos, adopten sus valores y principios fundamentales. Esto posibilita la adopción de una cultura firme y ofrece una mejor experiencia a los empleados.

El software empresarial de código abierto es un reflejo de la Cultura Abierta, creado con las aportaciones de una amplia comunidad, brinda opciones nuevas y se adapta a las necesidades particulares de cada empresa, ofreciendo soluciones más sofisticadas que las que se pueden encontrar en el mercado. Cuando los usuarios de un programa tienen la capacidad de leer, modificar y redistribuir el código fuente de un programa, este puede evolucionar de una manera más dinámica y eficiente.

Mediante el fomento del trabajo en equipos interdisciplinarios se permite colaborar y compartir ideas, intercambiar comentarios entre los miembros y facilitar la adopción de los cambios. Es habitual que se tomen riesgos y debamos trabajar en perder el miedo a cometer errores, en muchos sentidos, estos atributos vuelven ágiles a las empresas.
La cultura empresarial y el liderazgo abiertos también fomentan los debates dinámicos para desarrollar ideas y asumir desafíos. Los líderes dan el ejemplo con el objetivo de fortalecer las relaciones y establecer una comunidad más unida que se base en el trabajo en equipo y los valores comunes de la empresa.

Aunque uno de los campos en que más debe enfocarse una empresa para la implementación de la cultura abierta, es la educación. Uno de los espacios más importantes a generar son los ambientes abiertos de educación en línea, en los que sea posible que los asociados se capaciten constantemente y contribuyan de forma constante en la generación de propuestas innovadoras. Entre mayor sea el número y la diversidad de los participantes, las soluciones que se encuentren serán más innovadoras, generando una capacidad innovadora proveniente de una fuerza laboral en la que los líderes valoran las diferencias, la individualidad de cada participante y aprovechan esto para mejorar su gestión.

Adicionalmente, los equipos de trabajo que comparten estructuras de cultura abierta se entrenan mejor para enfrentar con naturalidad situaciones de trabajo remoto, colaboración en línea y atención de eventos virtuales -como las presentadas debido a la COVID-19- aportando respuestas rápidas, escalables a nivel global, competentes y con permanente monitoreo y soporte.

A partir de esto, se debe promover una cultura en la que los objetivos sean transparentes y públicos, para poder realizar un seguimiento de su cumplimiento y trabajar todos con el mismo propósito. Según Jim Whitehurst, en su libro Organize for Innovation, “Las motivaciones no pueden verse, pero las acciones sí, y mucho. La forma en que vinculamos las dos resulta muy importante”. Es por esto que es necesario asumir que las intenciones del personal y el equipo son buenas, y que trabajarán por hacer lo mejor con la información, la perspectiva y los recursos con los que cuentan.

Estar abierto a las ideas de toda la empresa, escuchar que nuestros planes quizá no son tan buenos como creíamos y cambiar nuestra forma de pensar una y otra vez no son tareas sencillas. Sin embargo, los líderes abiertos valoran la complejidad, evitan las explicaciones demasiado simples sobre lo que nos preocupa y emprenden el camino del cambio con honestidad y convicción.