Según el último informe publicado por Unidema Research en relación a la Coyuntura económica de España para este 2022, el Índice de Gestores de Compras (PMI) es el que podría indicar la desaceleración que está por venir.
El último dato publicado ofrece cierto respiro, repuntando hasta el nivel de 53,8 “aunque siguen estando por debajo de los valores que llevaba ofreciendo la economía española durante más de un año”.
“Este es uno de los baremos que menos se menciona pero que mejor puede medir la salud de una economía nacional. Es el que tiene en cuenta el volumen de pedidos de muchas empresas, su producción e incluso el empleo. Si la tendencia no cambia en los próximos meses, podríamos estar viendo cómo el fantasma de la recesión se manifiesta como algo real, algo que, con la inflación de nuevo ascendente de mayo, sería un mazazo para las familias españolas” comentan desde Unidema Research.
Según José Francisco López, integrante del panel de expertos consultados “los datos de empleo son positivos y podría hablarse incluso de una recuperación, por ejemplo, en el número de horas trabajadas”. Sin embargo, también alerta de que existen problemas estructurales que afectarían al empleo. “Aun así, estar por encima de 50 en el PMI nos habla de un sector en expansión” comenta.
No es igual de optimista Adrián Mora, otro de los expertos consultados para el informe y que subraya que los datos macro españoles no son nada alentadores. Con la inflación en el 8.4% y con el PMI que ha retrocedido – y con los ojos puestos en los 41.9 puntos del PMI Chino -, advierte que habría que esperar a los próximos datos para aseverar el debilitamiento económico que también estaría haciendo que repunte el paro hasta el 13.5%.
“España es el país con mayor tasa de desempleo de la UE y menor diversificación en tejido productivo. Si a eso le añadimos una inflación subyacente estructural que ha venido para quedarse lo normal es que los próximos años se produzca en nuestro país un ajuste importante que se traducirá en menor crecimiento, mayores tasas de desempleo y destrucción de tejido productivo” sentencia Gustavo Martínez.
A nivel macroeconómico el ajuste va a ser agresivo y “doloroso” agravado por la enorme deuda que padece el país y que está, además, alimentada por un déficit público considerable al que se unen ahora tipos de interés crecientes. Todo esto no hará sino agravar aún más la situación.
En el último estudio cuatrimestral, firmado por Eduardo Blasco y Miguel Puga, también incluyen no solo la subida del precio de la energía sino la propia Guerra de Ucrania como motivos añadidos que justificaría algunos de los indicadores mencionados.