Una mujer con movilidad reducida contó la frustración que le produjo tener que pagar una suma exorbitante por un taxi adaptado a sus necesidades para ir al registro de documentos de identidad, donde debió hacer largas colas y, tras negarse a atenderla, le pidieron que volviera otro día.
Otro hombre de más edad con albinismo compartió su temor de que su piel hubiera sufrido un daño irreversible tras verse obligado a esperar bajo el sol debido a la falta total de acondicionamiento que presenta el registro de documentos de identidad más cercano.
Un niño con síndrome de Down no pudo obtener su documento de identidad porque el programa con el que debían tomarle la foto no funcionaba, por lo que el oficial de registro suspendió el trámite.
Estos son apenas algunos ejemplos de experiencias compartidas por personas con discapacidad durante las consultas nacionales realizadas en forma conjunta con la iniciativa Identificación para el Desarrollo (ID4D) y el Departamento de Prácticas Mundiales de Sostenibilidad e Inclusión Social. Estos tipos de consultas que tuvieron lugar en toda África ayudaron a generar una nueva nota orientativa sobre la creación de sistemas de documentos de identidad inclusivos respecto de la discapacidad (i) para ayudar a los profesionales a hacer realidad la inclusión de las personas con discapacidad.
Los obstáculos de larga data complican el acceso a los documentos de identidad
Las personas con discapacidad representan más del 15 % de la población mundial, y esta tasa es aún más elevada en muchos países en desarrollo. Solo en Nigeria hay unos 25 millones de personas con discapacidad. Esta parte significativa de la población se enfrenta a barreras sistémicas de larga data para acceder a los documentos de identidad. La falta de accesibilidad de los centros de registro, tanto en términos de cercanía como de la disponibilidad de instalaciones y servicios plenamente accesibles, es todo un desafío. Dichas personas a menudo enfrentan costos indirectos más elevados, puesto que deben completar procedimientos largos o complejos, obtener transporte accesible y pagar cargos por asistencia para completar formularios u obtener un mejor lugar en las colas de espera. En algunos casos, el personal de atención al público no está capacitado para adaptarse a las necesidades de las personas con discapacidad o resolver excepciones, por ejemplo, cuando no se pueden obtener datos biométricos. El estigma social y las ideas equivocadas sobre las personas con discapacidad, e incluso su necesidad de identificación, a menudo determinan la manera en que se prestan los servicios y se llevan a cabo las interacciones.
Los profesionales deben aplicar un enfoque sistémico en el caso de los documentos de identidad inclusivos respecto de la discapacidad
Para crear un sistema de documentos de identidad inclusivos se requiere un enfoque integral y sistémico que permita superar las barreras que enfrentan las personas con discapacidad a la hora de solicitar y utilizar dichos documentos.
La implementación de marcos jurídicos y de gestión inclusivos puede allanar el camino para la materialización progresiva del acceso a una identidad para todos garantizando la no discriminación por motivos de discapacidad.
La participación de las personas con discapacidad durante la planificación e implementación de los sistemas de identificación personal reviste importancia crítica. Los países pueden comenzar aplicando una perspectiva que tenga en cuenta la discapacidad en las evaluaciones, involucrando desde el principio a expertos en discapacidad y garantizando la representación de las personas con discapacidad en los equipos de tareas o grupos de trabajo.
Para instruir a las personas con discapacidad acerca de los sistemas de identificación personal, es necesario divulgar información accesible y formular mensajes en múltiples formatos para llegar a las personas con distintos tipos de discapacidad.
La adaptación de los procesos y las tecnologías relacionadas con la identificación personal puede consistir en acercar el proceso de registro a las personas, garantizar la accesibilidad de los centros y tiempos de espera más cortos, brindar servicio de interpretación de lenguaje de señas, y capacitar al personal para que pueda realizar las adaptaciones que sean necesarias. Para garantizar que la tecnología sea un elemento habilitante y no se convierta en otro obstáculo, es necesario aplicar debidamente los procedimientos de manejo de excepciones.
Asimismo, podemos respaldar soluciones innovadoras, como la que propuso Special Olympics Nigeria (i), uno de los ganadores del Desafío de la Misión Mil Millones, para lograr una divulgación exitosa y la plena inclusión de las personas con discapacidad intelectual.