Washington, D.C. Noviembre 3, 2023.- Nosotros, los mandatarios de Barbados, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, México, Panamá, Perú, República Dominicana y Uruguay, compartimos una visión de un hemisferio más abierto, justo, inclusivo, sostenible y próspero. Contemplamos un futuro más esperanzador para todos los pueblos de las Américas en el que economías dinámicas construyan sociedades más equitativas y los gobiernos democráticos, a través de instituciones eficaces, ofrezcan resultados para todos. Para tal fin, reconocemos la necesidad de acelerar las inversiones y el comercio inclusivos y sostenibles en la región, abordar la crisis climática y expandir oportunidades sociales y económicas que no dejen a ninguna persona rezagada. Reafirmamos nuestro compromiso colectivo con nuestros valores comunes, como la democracia, el estado de derecho, la diversidad y la inclusión, el trabajo digno y bien remunerado, la protección social y ambiental, los derechos laborales, los derechos humanos universales y las libertades fundamentales en las Américas.
Después de haber iniciado la Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas (la “Alianza en las Américas”) con el fin de fortalecer de manera importante nuestra alianza económica, nos hemos reunido para establecer la Alianza en las Américas como un foro liderado por mandatarios con el propósito de afianzar la colaboración y la integración económicas en nuestro hemisferio. Tenemos la intención de que la Alianza en las Américas sea una plataforma regional duradera para adoptar un programa de desarrollo y económico ambicioso, flexible y orientado a la consecución de objetivos. En esta Cumbre de Mandatarios inaugural de la Alianza en las Américas hemos establecido las siguientes cinco prioridades intersectoriales que servirán de punto de enfoque y de motor para nuestra labor colectiva:
- Fortalecer la competitividad e integración regionales;
- Potenciar la prosperidad compartida y la buena gobernanza;
- Construir una infraestructura sostenible;
- Proteger el clima y el medio ambiente; y
- Fomentar las comunidades saludables.
Con el fin de promover estas prioridades, definiremos un conjunto de medidas específicas que pretendemos aplicar de manera colectiva para alcanzar resultados concretos a través de una estructura duradera de nueva creación para la Alianza en las Américas. Para alcanzar este objetivo, decidimos establecer tres vías y solicitar a los ministros que se reúnan anualmente para llevar a cabo estas labores.
La vía de Relaciones Exteriores fomentará actividades e iniciativas que ayudarán a alcanzar un desarrollo inclusivo y sostenible y que desatará todo el potencial de nuestros pueblos. Reconocemos los complejos vínculos presentes en cada uno de nuestros países entre la buena gobernanza y un mayor crecimiento, así como la importancia de asegurar que los avances se distribuyan de manera amplia. Para dar inicio a esta primera fase, solicitamos a nuestros ministros de Relaciones Exteriores y otros ministros pertinentes que prioricen las iniciativas de colaboración que tienen como fin fomentar el crecimiento inclusivo, por ejemplo, a través de la creación de una aceleradora regional para emprendedores y programas que promuevan el desarrollo de la fuerza laboral, particularmente en la economía digital. Además, solicitamos a los ministros que identifiquen herramientas e iniciativas específicas que aborden los obstáculos que impiden a las mujeres y a otros grupos infrarrepresentados históricamente a participar plenamente en la fuerza laboral. Solicitamos también a los ministros que fomenten proyectos e iniciativas que ayuden a mejorar de manera tangible el acceso al cuidado de la salud, el agua potable, la energía limpia y la seguridad alimentaria y nutricional, y que apoyen la agricultura climáticamente inteligente y protejan contra el cambio climático a través de una aplicación sensata de prácticas de adaptación y mitigación, que son factores esenciales para las sociedades y economías prósperas, así como para el futuro de la humanidad. Para asegurar que los avances se distribuyan ampliamente, solicitamos de igual manera a los ministros que exploren iniciativas para fortalecer los compromisos existentes con labores de anticorrupción y transparencia.
La vía de Comercio fortalecerá las bases de nuestra competitividad regional al acrecentar nuestros vínculos comerciales existentes y la cooperación económica. Solicitamos a los ministros encargados del comercio que desarrollen enfoques comerciales sostenibles e inclusivos para los sectores comercial y de inversión, y que estos enfoques apoyen el desarrollo regional sostenible y cadenas de suministros resilientes para bienes y servicios, fortalezcan un ambiente reglamentario predecible y transparente que pueda acrecentar el flujo comercial y eliminen las barreras a una mayor integración económica entre nuestros países. Esperamos que estas labores reflejen nuestros valores y generen empleos formales que sirvan de punto de acceso al trabajo digno y fomenten los derechos laborales reconocidos a nivel internacional, la sostenibilidad ambiental y la inclusión económica. Solicitamos a los ministros que se esfuercen de inmediato por potenciar la integración regional mediante el fomento de la aplicación del Acuerdo de la OMC sobre Facilitación del Comercio y de digitalización de los mecanismos aduaneros en toda la región. De igual manera solicitamos a los ministros que realicen un análisis de brechas para identificar medidas reglamentarias necesarias para optimizar la integración regional y desarrollar mecanismos, medidas y herramientas de intercambio de información que aseguren que los beneficios del comercio se distribuyan de manera más amplia a microempresas y pequeñas y medianas empresas, y a comunidades históricamente infrarrepresentadas.
La vía de Finanzas se dedicará a explorar iniciativas de altos estándares en materia financiera y de inversiones que serán de importancia fundamental para el éxito de la Alianza en las Américas. Solicitamos a nuestros ministros de Finanzas y otros ministros pertinentes que tengan como norte acelerar las labores para aumentar la calidad y la cantidad de financiamiento para la Américas, por ejemplo, a través de instrumentos financieros innovadores y en condiciones favorables. Los ministros deberían intentar mantener el ímpetu en la evolución actual de los bancos de desarrollo multilaterales para abordar de manera óptima los desafíos nacionales y transfronterizos en materia de desarrollo, en particular en el Grupo Banco Mundial y en el Grupo Banco Interamericano de Desarrollo. Aplaudimos el consenso alcanzado por los gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Corporación Interamericana de Inversiones (BID Invest) para lograr avances rápidos en pos de la reforma del Grupo BID y la evaluación de una posible recapitalización de BID Invest. Esperamos ver al Grupo BID desempeñar un papel renovado en la participación hemisférica que fomente inversiones de altos estándares, responsables y sostenibles que protejan a los trabajadores, las comunidades y el medio ambiente; expandan el acceso al trabajo digno y sean motores de cambio en la región. Asimismo solicitamos a los ministros que prioricen la labores para aprovechar las herramientas financieras nuevas y existentes, como la plataforma de inversiones establecida por la Corporación Financiera de Desarrollo Internacional de los EE. UU. (U.S. International Development Finance Corporation) y BID Invest con el fin de apoyar una infraestructura digital y física sostenible y soluciones innovadoras basadas en la naturaleza que proporcionen incentivos fiscales positivos para fomentar la conservación ambiental y abordar los desafíos climáticos.
En conjunto, la labor que llevamos a cabo en estas tres vías nos permitirá acrecentar nuestros vínculos económicos y fortalecer nuestra resiliencia hemisférica. Conscientes de las lecciones aprendidas de la pandemia de la COVID-19, los riesgos y repercusiones adversas del cambio climático, y otras posibles causas de interrupciones a las cadenas de suministros mundiales, nos proponemos establecer las Américas como sede de las cadenas regionales de valor y suministro más competitivas, inclusivas, sostenibles y resilientes del mundo. Nuestras labores se centraran en tres sectores de prioridad inicial: energía limpia, suministros médicos y semiconductores. Esto exigirá coordinación y cooperación entre gobiernos, y junto con partes interesadas públicas y privadas, invertir en la salud y la seguridad de nuestros pueblos en el presente y con miras hacia el futuro. La Alianza en las Américas buscará los aportes y la pericia de una amplia gama de partes interesadas y socios, en particular de grupos infrarrepresentados, a través de interacciones periódicas y formales para informar el desarrollo de nuevas iniciativas de cooperación. Para dar inicio a esta labor, solicitamos a los ministros que desarrollen planes de competitividad regional para establecer cadenas de suministro resilientes en las Américas y así aprovechar nuestros puntos complementarios. En estos ejes de trabajo de sectores específicos prestaremos especial atención a la formalización, el financiamiento y los incentivos para las microempresas y las pequeñas y medianas empresas.
A través de todas las líneas de esfuerzo en la Alianza en las Américas, fomentaremos la inclusión social, cultural, económica y política de todos. Nos esforzaremos por facilitar un mayor bienestar y fomentaremos la participación y la consulta con las comunidades infrarrepresentadas, como las personas indígenas, los afrodescendientes, las mujeres, los jóvenes, las personas LGBTQI+, las personas mayores, las personas con discapacidades y los miembros de las poblaciones rurales, para asegurar que las microempresas y las pequeñas y medianas empresas tengan mayores oportunidades de acceso a los mercados. De manera similar y en todo el espectro de nuestras labores, pretendemos fomentar los valores compartidos de transparencia, justicia, inclusión, rendimiento de cuentas y sostenibilidad ambiental, y defenderemos los altos estándares en el ámbito laboral a vez que potenciemos la innovación en las conductas empresariales responsables en todas nuestras economías de conformidad con los compromisos multilaterales. Para alcanzar estos objetivos, instamos a los ministros que participen periódicamente en los diálogos con múltiples partes interesadas en estas comunidades para asegurar que la labor y los resultados de la Alianza en las Américas reflejen un conjunto de voces amplio y diverso.
Con ánimo de apertura e inclusión, solicitamos a los ministros que establezcan un proceso para admitir a países adicionales del Hemisferio Occidental a unirse a la Alianza en las Américas.
Creemos que juntos tenemos la capacidad de transformar el hemisferio que compartimos y potenciar la diversidad, el talento y el dinamismo de nuestros pueblos. Tenemos la intención de reunirnos cada dos años para evaluar nuestro progreso e identificar oportunidades adicionales para impulsar medidas que nos lleven a una mayor cercanía, seguridad y prosperidad en las Américas.