SÃO PAULO, Brasil. /PRNewswire/ – La recientemente realizada RCE G100, Reunión de Consenso Económico del G100 Brasil, tuvo como objetivos proceder a la revisión del cuadro económico del país en vista de las medidas de ajuste propuestas por el gobierno central y la fragmentación política -en la Cámara y en el Senado- de la base de apoyo al gobierno de la Presidente Dilma Rousseff.
La economía brasileña permanece anémica, agravada por la retracción del crédito, el aumento del nivel de desempleo, la inflación elevada y la consecuente caída de la renta real. El reajuste del tipo de cambio es, de modo general, positivo para la economía, ya que favorece a los sectores exportadores y otorga una mayor competitividad a la industria instalada en el país. Se trata de un cambio que puede estar inaugurando una nueva vertiente de crecimiento.
Las mayores dificultades están ahora relacionadas a los problemas de naturaleza política. El gobierno central, cercado por la propia base partidaria de apoyo, deja en cuestión su continuidad o, en la hipótesis más probable, la pérdida de su gobernabilidad. La recuperación de su prestigio y mando presupone una nueva fase de crecimiento económico que, a su vez, requiere un ajuste económico de proporciones no despreciables, imponiendo un período de sacrificios a la población y a los agentes económicos.
En este sentido, el actual equipo económico dirigido por el Ministro Joaquim Levy, parece ser la única salida para rescatar la confianza del empresariado. Los efectos de los ajustes parecen alcanzar de forma asimétrica a los distintos sectores de la economía, a pesar de que todos manifiesten pérdidas en las ventas en relación a los años anteriores y, de igual manera, exterioricen preocupaciones con la intensidad de la retracción que resultará de esta fase de ajustes.
Entre los sectores, el cuadro más pesimista queda para los “electrointensivos”. Entre los más optimistas permanecen los sectores farmacéutico y de la salud en general, medios de pagos, comercio electrónico y seguridad. El comercio minorista y el sector inmobiliario encuentran en los mercados de mayor poder adquisitivo una vertiente aún expresiva de crecimiento.
Sobre el G100 Brasil
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