El investigador Alberto Mora Román, coordinador de investigación del Informe, destacó las principales tendencias del desarrollo humano sostenible en la región durante el periodo inmediatamente anterior a la pandemia de la covid-19. El analista también incluyó los ámbitos demográfico, económico y social
“Tras el análisis, es evidente que Centroamérica y República Dominicana están en una situación compleja y frágil, no solo por los efectos de la pandemia, sino porque previo a ella, los indicadores mostraban una agudización de los rezagos históricos de la región en áreas clave para su desarrollo humano sostenible”, dijo el investigador.
Panorama político
El periodo analizado se caracteriza por dos aspectos: la erosión del sistema democrático, causada principalmente por irregularidades y deterioro en la gestión de los procesos electorales, especialmente en Nicaragua y Honduras; y el debilitamiento del Estado de derecho en toda la región, vinculado a la pérdida de la independencia entre los poderes.
El Informe subraya que la falta de independencia judicial y el bajo presupuesto destinado al Poder Judicial está directamente relacionado con la confianza de la población en la administración de justicia y la baja calificación que, en este ámbito, obtuvieron los países en los índices internacionales que evalúan la democracia.
Al año, el gasto judicial per cápita en la mayoría de los países es menor a los 40 dólares. Esta situación es extrema en Guatemala, Honduras y República Dominicana, en donde anualmente se invierte menos de 20 dólares por habitante.
“Esto hace que la justicia pronta y cumplida sea una aspiración y no una realidad en la región”, explica Mora Román.
El investigador añade que las situaciones anteriormente descritas, además, confluyen con retrocesos en la libertad de prensa, el fortalecimiento de las fuerzas armadas y el estrujamiento de la protesta ciudadana. “Esto evidencia un control mayor y más vertical del Poder Ejecutivo con respecto al resto del Estado y la sociedad en los países de la región”, señaló Mora Román.
En contraste con el gasto judicial, la cantidad de recursos dedicados a las fuerzas armadas continuó aumentando en relación con el periodo 2010-2015. En el año 2019, el gasto militar por habitante creció especialmente en El Salvador, Honduras y República Dominicana, países en donde superó los 45 dólares por habitante.
Pese a que el balance general en el campo del desarrollo político es negativo, cabe destacar que la convivencia social en los países del Triángulo Norte mejoró levemente, debido a la baja en la tasa de homicidios.
Panorama ambiental
Otro ámbito que tiene serias implicaciones en el desarrollo humano sostenible, y que en Centroamérica y República Dominicana tuvo una baja valoración entre el 2015 y 2019, es el ambiental.
En la región, dice el Informe, persiste el uso insostenible del patrimonio natural en un contexto de variabilidad climatológica, lo que implica cambios importantes en los patrones de lluvias y en las temperaturas promedio.
A excepción de Panamá y Nicaragua, el resto de los países de Centroamérica y República Dominicana tienen un déficit ecológico cada vez mayor. Esto significa que el consumo de recursos y la contaminación que se genera es mayor a la capacidad de los ecosistemas para recuperarse.
“Esta situación, junto con la falta de ordenamiento territorial y el crecimiento urbano acelerado, incrementa los altos niveles de riesgo y vulnerabilidad a desastres en La región”, agrega el investigador.
Finalmente al apartado ambiental destaca que la matriz energética del istmo sigue dependiendo de hidrocarburos importados, y que la cobertura forestal de los países continúa reduciéndose en la mayor parte de los países, pese a ello, existe avance como la designación de más áreas protegidas y una creciente generación de energía a partir de fuentes renovables.