El Banco de Ahorro y Crédito Adopem, entidad de la Fundación Microfinanzas BBVA (FMBBVA), presentó el “Informe de medición de pobreza multidimensional en los microemprendedores de República Dominicana”.
Este informe convierte a la FMBBVA en la primera fundación del sector privado que utiliza este índice para analizar la situación de los 2,8 millones de emprendedores a los que atiende en cinco países de América Latina, no solo para conocer mejor las carencias a las que se enfrentan, sino también para diseñar propuestas de valor que mejoren las condiciones de vida de los que más lo necesitan.
Durante el encuentro, encabezado por Javier Flores Moreno, director general de la Fundación Microfinanzas BBVA y Mercedes Canalda de Beras-Goico, presidenta ejecutiva del Banco Adopem, se dieron cita miembros de las entidades regulatorias, socios estratégicos y relacionados del Banco Adopem y la Fundación; para conocer de cerca el informe realizado con una metodología que usan más de 100 países en sus estadísticas oficiales; es una forma de medir la pobreza que complementa a la tradicional, que se basa en el nivel de ingresos, ya que los elementos que estudia reflejan los aspectos más estructurales de la pobreza.
Las palabras de inicio del evento fueron pronunciadas por Mayra Jiménez, ministra de la Mujer; quien, haciendo referencia al total de clientes de crédito mujeres del Banco Adopem, resaltó: ¨Ese 67% hace que esta presentación de desempeño sea una actividad de mucho, de muchísimo interés para el Ministerio de la Mujer. Contar con informaciones de esta naturaleza, que recogen datos post pandemia, ayuda a la comprensión, del ministerio y el Gobierno dominicano, de los múltiples efectos que esta pandemia generó¨.
El estudio realizado por la FMBBVA en alianza con Sophia Oxford (Universidad de Oxford) se basa en nueve indicadores que apuntan a tres dimensiones de la pobreza: educación, salud y vivienda, midiendo cuántos hogares tienen estas carencias y con qué intensidad. Estos indicadores son comparables con los que utilizan los países en sus estadísticas de pobreza multidimensional.
Las carencias más comunes en los hogares de los emprendedores de estos cinco países donde la FMBBVA tiene presencia (Colombia, Perú, Chile, Panamá y República Dominicana) son el número de años de escolarización (que afecta al 42% de los hogares), el saneamiento (26%) y el acceso al agua (20%); seguido de los materiales de la vivienda (19%) y el acceso a Internet (19%). Un 24% de los hogares sufren carencias en tres o más indicadores simultáneamente lo que les define como pobres multidimensionales. La incidencia de la pobreza multidimensional es mayor en el caso de los clientes de Banco Adopem (alcanzando a un 35%) y las carencias más comunes en sus hogares son el número de años de escolarización (que afecta al 59% de ellos), el acceso al agua (44%), seguros de salud (28%) y saneamiento (22%).
“Queremos profundizar en el conocimiento del bienestar de las familias de los emprendedores a los que atendemos para mejorar su calidad de vida; por eso hemos utilizado este método de medición de pobreza multidimensional, que complementa los que ya veníamos realizando”, afirma Stephanie García Van Gool, directora de Medición de Impacto y Desarrollo Estratégico de la FMBBVA, que ha dirigido el informe.
La educación, la salud y la vivienda son de las brechas de desarrollo más importantes para la FMBBVA, por eso ha puesto a disposición de sus emprendedores seguros de salud a bajo coste, que han llegado a contar con cerca de 180.000 beneficiarios al cierre del ejercicio y ha impartido formación a 594.614 personas durante 2021. El emprendimiento tiene además un impacto indirecto en sus comunidades. Aunque es una herramienta de autoempleo para la mayoría de ellos, el 35% da trabajo a otras personas.
Esta visión multidimensional es complementaria a la de la pobreza monetaria. El estudio demuestra que hay personas que no son pobres monetariamente hablando pero sí sufren estas privaciones estructurales; de hecho, hay un número significativo de emprendedores de la FMBBVA con ingresos por encima de la línea de pobreza monetaria que sufren múltiples carencias en su educación, salud y vivienda. Otra de las conclusiones es que las personas que son pobres multidimensionales tienen una mayor probabilidad de sufrir un “shock” (imprevisto).
Durante la presentación se realizó el panel “Brechas y desafíos de la pobreza multidimensional: educación, vivienda y salud”, moderado por Mercedes Canalda de Beras-Goico, con la participación de Camel Curi, viceministro Proyectos de Inversión; Odile Camilo Vincent, rectora de la Universidad Iberoamericana (Unibe); y Laura Peña Izquierdo, vicepresidente-gerente general de Peña-Izquierdo, Corredores de Seguros.
¨Nuestros panelistas nos han dejado una gran tarea por delante: reforzar el compromiso de ADOPEM con la salud, la educación, y la vivienda. Prioridades para seguir contribuyendo a mejorar la vida de nuestros emprendedores¨ comentó Mercedes Canalda de Beras-Goico al finalizar el panel.
Ahora más que nunca, la FMBBVA seguirá al lado de los emprendedores. En palabras de Javier M. Flores, lo más importante de los 15 años de actividad de la Fundación “es haber ayudado a millones de personas a tener una mejor calidad de vida. Ese es nuestro principal objetivo”.
Recuperación tras la pandemia
La pandemia ha aumentado la desigualdad en la región con una elevada destrucción de empleo, sobre todo en los segmentos de menores ingresos, y ha incrementado los niveles de pobreza y desigualdad a pesar de las políticas implementadas por los distintos países.
En 2021, buena parte de estos impactos se compensan con una recuperación del PIB, pero sin embargo la recuperación del empleo lo hizo a un menor ritmo que la actividad, por lo que se observa un mayor nivel de emprendimiento como mecanismo de búsqueda de ingresos o de diversificación de los mismos.
El impacto de la pandemia fue significativo tanto en las microempresas como en sus hogares, lo cual confirmó su fragilidad financiera. Muchos de estos negocios se han reactivado, pero se enfrentan a nuevos desafíos, como el cambio climático o la crisis mundial de alimentos (el Índice de precios de los alimentos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) alcanzó un máximo histórico de 159,7 dólares en marzo de este año, frente a 141,1 el mes anterior).