BCRD informa que los flujos de remesas alcanzaron los US$3,495.2 millones entre enero y abril de 2024

Santo Domingo, RD. El Banco Central de la República Dominicana (BCRD) informa que, entre enero y abril de 2024, las remesas recibidas alcanzaron la cifra de US$3,495.2 millones, aumentando 6.2 % en comparación con el mismo período del año anterior. Es importante destacar que, al igual que durante el año 2023, los flujos de remesas mantienen su crecimiento en términos interanuales. Particularmente en el mes de abril, se recibieron US$859.6 millones por concepto de remesas, superando en 6.0 % al mismo mes de 2023.

El BCRD explica que el desempeño económico de los Estados Unidos fue uno de los principales factores que incidió sobre el comportamiento de las remesas, ya que desde ese país se originó el 87.8 % de los flujos formales del mes de abril, unos US$688.7 millones.

Por un lado, el desempleo general del país norteamericano se ubicó en 3.9 % en abril, un ligero incremento respecto al nivel de 3.8 % del pasado mes de marzo de 2024, con la creación de 175,000 nuevos empleos. Adicionalmente, el índice de gestores de compras (PMI por sus siglas en inglés) no manufacturero del Instituto de Gerencia y Abastecimiento (ISM por sus siglas en inglés) registró un valor de 49.4 en el mes de abril, levemente por debajo del 51.4 de febrero de 2024.

Es bueno destacar que, entre febrero y abril de 2024, el gobierno de los Estados Unidos, a través de su Servicio de Impuestos Internos (IRS, por sus siglas en inglés), realizó parte de los reembolsos de impuestos a la ciudadanía. Según el organismo oficial norteamericano, al 3 de mayo de 2024 se habían reembolsado un promedio de US$2,864 por contribuyente. Este ingreso adicional en manos de los miembros de la diáspora dominicana que recibieron un reembolso se traduce a una mayor cantidad de remesas enviadas al país, mayormente en marzo, lo que ayuda a explicar la disminución que se observa al comparar el valor de abril con el pasado mes de marzo de 2024. El BCRD destaca también la recepción de remesas por canales formales desde otros países en el mes de abril, como España, por un valor de US$37.2 millones, un 4.7 % del total, siendo este el segundo país en cuanto al total de residentes de la diáspora dominicana en el exterior se refiere, así como Haití e Italia, con 1.0 % y 0.6 % de los flujos recibidos, respectivamente. En el resto de la recepción de remesas se distinguen países como Suiza, Canadá y Panamá, entre otros.

Respecto a la distribución de las remesas recibidas por provincias, el BCRD señala que el Distrito Nacional recibió una proporción del 38.8 % durante abril, seguido por las provincias de Santiago y Santo Domingo, con un 12.9 % y 7.8 %, respectivamente. Esto indica que más de la mitad (59.5 %) de las remesas se recibe en las zonas metropolitanas del país.

Analizando la evolución reciente del sector externo, las perspectivas del BCRD contemplan una evolución favorable de los ingresos de divisas durante 2024, como lo han sido los ingresos de turismo, la inversión extranjera directa y las exportaciones, en conjunto con las remesas. En cuanto a las remesas y los flujos de IED, se estima que se ubiquen en torno a los US$10,400 millones y a los US$4,500 millones, respectivamente, al terminar el año. Estos ingresos de divisas favorecen la estabilidad relativa del tipo de cambio que se observa en la actualidad, de tal manera que al cierre de abril de 2024 la moneda nacional se depreció en 0.6 % con respecto al cierre de 2023.

La institución resalta que, los mayores flujos de ingresos externos han permitido también mantener un nivel adecuado de reservas internacionales, las cuales alcanzaron al cierre de abril los US$13,798.5 millones. Este nivel representaba un 11.2 % del PIB y unos 4.9 meses de importaciones, por encima de los umbrales recomendados por el FMI. El Banco Central reafirma su compromiso con la vigilancia sobre el entorno económico actual para continuar tomando las medidas necesarias para contrarrestar el impacto en la economía dominicana del desafiante panorama internacional imperante, a fin de garantizar la estabilidad de precios y del mercado cambiario.