Washington, D.C., La Casa Blanca, 9 de junio 2022.- La pandemia de COVID-19 tuvo un costo humano devastador en América Latina y el Caribe, cobrándose la vida de más de 2,7 millones de personas en todo nuestro hemisferio, lo que representa más del 40% de las muertes reportadas a nivel mundial. Esto nos mostró las numerosas grietas de nuestros sistemas sanitarios mundiales y subrayó la importancia de contar con sistemas sanitarios fuertes y resistentes para toda la población, la seguridad sanitaria y la preparación y respuesta ante las pandemias, empezando por unos cimientos sólidos basados en la cooperación, la transparencia y la rendición de cuentas.
Hoy el Presidente Biden encabezó a los líderes de las Américas en la adopción de un “Plan de Acción sobre Salud y Resiliencia en las Américas”. El Plan de Acción ayudará a nuestros socios a prevenir, prepararse y responder a futuras amenazas pandémicas y otras emergencias de salud pública, al tiempo que ampliará la prestación equitativa de servicios de atención sanitaria y de salud pública a poblaciones remotas, vulnerables y marginadas. Dado que la aplicación de este Plan de Acción requerirá inversiones adicionales en nuestros sistemas de salud, el Gobierno se enorgullece de anunciar Fuerza de Salud de las Américas –Americas Health Corps-, una nueva iniciativa alineada con la recientemente anunciada Iniciativa Mundial de Trabajadores de la Salud –Global Health Worker Initiative-.
El Gobierno sigue comprometido con el avance de la respuesta a las pandemias y la seguridad sanitaria mundial y ha priorizado actividades adicionales en las Américas para este año y el futuro. Estas actividades ayudarán a la región a responder mejor a la actual pandemia de COVID-19 y a prepararse para futuras pandemias mediante el desarrollo de la capacidad para prevenir los brotes, detectar las amenazas de enfermedades infecciosas y responder eficazmente cuando se produzcan los brotes.
Plan de Acción sobre Salud y Resiliencia en las Américas: Los líderes se comprometieron a que este Plan de Acción -que reforzará nuestros sistemas de salud y la coordinación, preparándonos para futuras emergencias sanitarias y mejorando la coordinación, la transparencia y la rendición de cuentas a nivel regional- esté plenamente en vigor para 2030. Esta labor requiere una estrecha coordinación entre los gobiernos y el compromiso con el sector privado y la sociedad civil. Teniendo esto en cuenta, lel Gobierno está preparado para lanzar el Diálogo de Economía y Salud de las Américas, y espera trabajar con los Ministerios de Salud y Economía para crear y aplicar el Plan de Acción en coordinación con el sector privado y la sociedad civil. Sus esfuerzos fortalecerán los sistemas de salud pública y de atención sanitaria, estudiarán cómo hacer más equitativo el acceso a los servicios de salud pública y a la atención sanitaria, y mejorarán la prevención, la preparación y la respuesta a las pandemias, al tiempo que aumentarán la resiliencia económica de la región.
Reforzar el personal sanitario: El Gobierno de Estados Unidos se propone continuar y ampliar las inversiones en el personal sanitario, lo cual es fundamental para reforzar la resistencia de los sistemas de salud. El Gobierno de Estados Unidos y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) lanzaron Americas Health Corps -Fuerza de Salud de las Américas- que proporcionará capacitación básica y especializada a 500,000 profesionales de la salud pública, las ciencias de la salud y la medicina en toda la región en un plazo de cinco años. En consonancia con la Iniciativa Mundial de Trabajadores de la Salud del gobierno Biden-Harris, Americas Health Corps apoyará la expansión y capacitación de una fuerza de trabajo robusta, resiliente y altamente calificada, capaz de prestar servicios de salud a todos los segmentos de la sociedad. Americas Health Corps funcionará como un consorcio y se asociará con instituciones académicas en los Estados Unidos y en toda la región de las Américas para aprovechar y ampliar los programas de capacitación existentes del Gobierno de los Estados Unidos y de la OPS. Servirá como una oportunidad para trabajar juntos en la promoción de la próxima generación de líderes de la fuerza de trabajo de la salud mundial mediante la identificación, la tutoría y el empoderamiento de los profesionales y trabajadores de la salud de la comunidad, lo que fortalecerá y ampliará la capacidad del sistema de salud y el acceso equitativo a los sistemas de salud en la región.
Respuesta de los Estados Unidos a COVID-19 en las Américas: Mientras las Américas se enfrentan a un resurgimiento de los casos de COVID-19 y a la amenaza de nuevas variantes, el Gobierno de los Estados Unidos mantiene su compromiso de poner fin a la fase aguda de la pandemia de COVID-19 y promover la recuperación en la región. Durante la Segunda Cumbre Mundial sobre el COVID-19, celebrada el 12 de mayo de 2022, el Gobierno de los Estados Unidos reiteró su compromiso de poner las vacunas en marcha, mejorar el acceso a las pruebas y al tratamiento, proteger al personal sanitario y financiar y crear seguridad sanitaria para futuras pandemias y otras crisis sanitarias. La Cumbre recaudó más de $3,200 millones de dólares en nuevos compromisos, pero siguen existiendo importantes brechas.
Vacunación en las Américas: En apoyo del esfuerzo global para vacunar al 70% de la población en todos los países, el Gobierno de los Estados Unidos ha donado más de 65 millones de dosis de vacunas COVID-19 a países de América Latina y el Caribe y ha invertido más de $94 millones de dólares en asistencia complementaria para ampliar el acceso a las vacunas contra el COVID-19 y garantizar la entrega, distribución y administración seguras de estas vacunas. Como parte de la Iniciativa para el Acceso Global a las Vacunas (Global VAX), los Estados Unidos continuarán ayudando a garantizar la vacunación de las poblaciones elegibles, con énfasis en los países donde la cobertura sigue estando muy por debajo de la media regional, al:
Aprovechar las inversiones sanitarias del Gobierno de Estados Unidos, como el Plan de Emergencia del Presidente de Estados Unidos para el Alivio del Sida (PEPFAR, por sus siglas en inglés), para reforzar los sistemas necesarios para el suministro de vacunas y para que las vacunas lleguen a los brazos;
Establecer centros de vacunación, incluso unidades móviles, para ampliar el acceso a las vacunas;
Combatir la desinformación para aumentar la confianza y la demanda de vacunas, incluso entre los grupos rurales, indígenas, migrantes y trabajadores de la salud, donde las dudas pueden seguir siendo altas; y
Evaluar la eficacia de las vacunas y los programas de vacunación.
Salvar vidas ahora: El COVID-19 sigue causando estragos en la región de América Latina y el Caribe. La región ha sido una de las más afectadas por el virus, con más del 40 por ciento del total de muertes por COVID-19 registradas en todo el mundo, a pesar de constituir sólo el 8 por ciento de la población mundial. El Gobierno de Estados Unidos está aprovechando décadas de inversiones en los sistemas de salud de la región. Esto incluye:
Continuar los esfuerzos para detectar y caracterizar nuevas variantes del virus que causa COVID-19; y
Fomentar vínculos más estrechos con otros socios de las Américas, incluyendo la OPS, la Agencia de Salud Pública del Caribe y los Directores Médicos de los países.
Fortalecimiento de la seguridad sanitaria mundial en las Américas: El gobierno Biden-Harris entiende que la salud de uno está directamente relacionada con la salud de todos. Por ello, Estados Unidos se ha comprometido a seguir colaborando con sus socios de todo el continente americano para reforzar nuestra seguridad sanitaria mundial al:
Ampliar el número de expertos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de EE.UU. sobre el terreno en la Oficina Regional para América del Sur de los CDC y a través de una nueva Oficina Regional para América Central y el Caribe de los CDC en Panamá, y aumentar el compromiso con las organizaciones regionales, incluso la asignación de personal a la Agencia de Salud Pública del Caribe (CARPHA, por sus siglas en inglés);
Ampliar los programas y el personal de seguridad sanitaria mundial de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) a siete países de América del Sur, América Central y el Caribe, tal como se solicita en el presupuesto del Presidente;
Ampliar el compromiso del Gobierno de EE.UU. con la Agenda Global de Seguridad Sanitaria (GHSA, por sus siglas en inglés) añadiendo a Guatemala como país de apoyo intensivo, un grupo de países a los que el Gobierno de EE.UU. se ha comprometido a ayudar a cumplir el objetivo general de la GHSA 2024; y
Diversificar las cadenas de suministro de salud pública mediante compromisos bilaterales y regionales y apoyar la capacidad reguladora para una respuesta más rápida y ágil a futuras amenazas biológicas.
Estos esfuerzos colectivos se complementarán con la ampliación de los programas de seguridad sanitaria, lo que incluye:
Fortalecer las redes de vigilancia, los laboratorios y la modernización de los datos en América del Sur y América Central mediante el desarrollo y la mejora de los Institutos Nacionales de Salud Pública;
Mejorar la detección y la respuesta a las enfermedades infecciosas apoyando la vigilancia de las enfermedades febriles agudas y aumentando la capacidad de vigilancia genómica en América Central y América del Sur;
Crear asociaciones en Costa Rica y otros países para implantar un sistema de alerta temprana del dengue basado en el clima a través del centro científico regional del Estado y de los miembros científicos de la Embajada;
Reforzar las asociaciones con organizaciones privadas, no gubernamentales e internacionales para mejorar la seguridad sanitaria mundial en los países de apoyo intensivo y en toda la región;
Identificar y comprometer a nuevos socios para que se unan al Paquete de Acción de Preparación Jurídica de la GHSA con el fin de crear capacidades en los países para mapear, desarrollar, perfeccionar y utilizar los marcos legales y las autoridades para prepararse y responder a las emergencias sanitarias; y
Explorar el desarrollo de una Red Universitaria de Salud Única en Sudamérica a través del centro científico regional del Estado para Sudamérica y su programa Miembros Científicos de la Embajada (Embassy Science Fellows)