En América Latina las presiones inflacionarias permanecen elevadas, influenciadas por el incremento significativo en los precios internacionales de las materias primas y las distorsiones en las cadenas de suministros.
Para contrarrestar la alta inflación, los bancos centrales de la región han estado implementando planes de normalización monetaria, realizando incrementos a sus tasas de interés de política monetaria (TPM).
En la República Dominicana, como resultado del proceso de normalización de la política monetaria, el crecimiento de los agregados monetarios se modera significativamente.
La actividad económica doméstica mantiene el buen desempeño, al crecer 5.6 % durante enero – mayo de 2022. Como reflejo, el crédito privado continúa mostrando un alto dinamismo, expandiéndose en torno a 13.0 % al cierre de junio de 2022.
En el mercado laboral, el empleo se ha recuperado a niveles similares a los registrados previo a la pandemia. Asimismo, se observa una reducción en la tasa de desempleo abierto, hasta alcanzar 6.4 % durante el primer trimestre del año.
Adicionalmente se han fortalecido las reservas internacionales, superando los US$ 14,400 millones, por encima de las métricas recomendadas por el FMI, a la vez que se mantiene la estabilidad relativa del tipo de cambio.
A pesar del entorno complejo, las perspectivas de la economía dominicana se mantienen positivas, previéndose uno de los crecimientos más altos de la región, mientras que la inflación convergería gradualmente al rango meta de 4 % ± 1 %.